Así se compuso la banda sonora de Life is Strange: Before the Storm
La adolescencia es una etapa de la vida irrepetible y llena de contradicciones. Es el periodo en el que tomamos la mayoría de decisiones más importantes de nuestra vida y nos define como personas adultas. En Life is Strange, el estudio francés Dontnod Entertainment ahondó en el concepto del tiempo que ya había explorado anteriormente con Remember Me, aunque en esta ocasión mediante un juego episódico más enfocado en las relaciones humanas. La compañía, consciente del alto presupuesto que supone realizar una gran producción, consiguió con Life is Strange una obra más intimista, con un diseño artístico muy personal y con la metáfora del efecto mariposa como telón de fondo para construir una trama de las que dejan huella en la memoria (como le ocurre a la protagonista).
Las posibilidades que ofrecía dicho contexto a la hora de idear una historia basada en viajes en el tiempo aportaba todo un abanico de elecciones que cambiaban el transcurso de la aventura. Todo el juego está envuelto en una atmósfera nostálgica marcada por una banda sonora de influencias folk, intrigas propias de instituto y una tonalidad otoñal que le confieren un aire melancólico al conjunto. En otras palabras, Life is Strange fue el paso hacia la madurez no solo para sus protagonistas, sino también para una compañía que consiguió hacer frente al monopolio de las obras interactivas de Telltale Games demostrando que toda acción conlleva una consecuencia, independientemente de cuántas veces podamos volver atrás para cambiarla.
Dos años después de su lanzamiento y con una legión de seguidores que claman desesperados nuevas aventuras protagonizadas por Max y Chloe, el estudio americano Deck Nine recoge el testigo de la obra original para narrar a modo de precuela el pasado de Chloe Price en Life is Strange: Before the Storm. Tras publicar el primero de los tres episodios que componen la historia, no cabe duda de que estamos una vez más ante un guión escrito con ingenio y maestría que describe la adolescencia como nadie lo había hecho hasta ahora. A través de Chloe se explora la pérdida de la inocencia, las relaciones sociales y los vínculos emocionales en esa edad. Es cierto que ya no aparece Max, pero su ausencia en cierto modo la hace presente por la influencia que ejerce en el resto del elenco, así como el instituto vuelve a ser el centro neurálgico de unos personajes en constante cambio y donde se entretejen todas las subtramas. Si Max Caulfield era una chica tranquila, cauta y reflexiva; el retrato que se hace de Chloe es el de alguien impredecible, impulsiva y atormentada por sus propios demonios. En ella perviven sentimientos como la rabia o la culpa como consecuencia de lidiar con situaciones que marcaron de forma irreversible su vida para siempre.
A pesar de ser alter egos que desprenden una química especial cuando irrumpen en pantalla, lo que une tanto al Life is Strange original como a Before the Storm es su hipnótica atmósfera. El pueblo de Arcadia Bay con sus tonos anaranjados y cálidos se convierte en un personaje más de la historia que permanece inalterable como una fotografía a través del tiempo. El principal responsable a la hora de dar vida a este ambiente tan único es un diseño sonoro inconfundible. Si en el juego anterior las composiciones de Jonathan Morali junto a canciones de artistas como Syd Matters o José González definían las emociones que experimentaba el jugador a través de Max, en esta ocasión todo el peso recae en el grupo londinense de folk experimental Daughter. La banda ha logrado capturar aquello que define a Chloe y, en general, a cualquier adolescente. A través de sus canciones hay espacio para explorar conceptos como la ira, la búsqueda de la identidad o la pérdida de la inocencia.
Always said I was a good kid
Always said I had a way with words
Never knew I could be speechless
Don’t know how I’ll ever break this curse
Now the world is only white noise
Frequencies that I can’t understand
I can’t be bothered with the teachers
Always trying to shape the way I act
Con esos versos cantados por Elena Tonra arranca Burn it Down, la canción que bien podría ser representativa de la obra. Al contrario de lo que ocurre en otros juegos o en colaboraciones anteriores de grupos que trabajan por encargo, la banda sonora de Before the Storm funciona en varias capas. Como parte del conjunto que supone el trabajo de Deck Nine es sobresaliente por la manera en la que conecta los acontecimientos que se producen en la trama de forma totalmente orgánica. Sin embargo, como disco independiente es tan profundo que su escucha calmada y consciente es casi un imperativo. Que Daughter haya conseguido componer melodías capaces de atraer a un amplio espectro de personas sin importar la naturaleza del medio no es casual y es que, según cuentan a Kotaku, «independientemente de cómo se utilizaran estas canciones en el juego, queríamos que fueran capaces de tener consistencia por sí mismas». El guitarrista Igor Haefeli incide en la necesidad de crear una obra que «fuera algo que la gente que no estuviese jugando al juego también pudiese disfrutar», una visión artística que compartieron con Deck Nine al ser conocedores de su discografía.
El proceso de composición de hecho duró apenas tres meses, un tiempo mucho menor al que suelen dedicar para sus álbumes. A pesar de todo, eso no influyó de forma negativa en el resultado gracias a la conexión que desde el principio sintieron los integrantes de la banda con la protagonista de Before the Storm. «Chloe fue el ancla al que aferrarse en todo momento», explica Elena. «Hubo momentos haciendo esto en los que estaba emocionalmente muy unida a ella hasta un punto en el que todo se estaba volviendo un poco abrumador». El grado de conexión que alcanzaron con el personaje fue posible gracias a los guiones e ilustraciones conceptuales que el estudio les proporcionó como referencias para cimentar una atmósfera marcada por la empatía que como jugador sentimos hacia Chloe Price. «Querían que nos ateniésemos al ambiente del primer juego, pero con ligeros cambios en el tono ya que ahora no estás jugando con Max, sino con Chloe que posee una personalidad más fuerte y descarada», reconoce Igor a la publicación.
No hay que bucear demasiado en la música de Daughter para advertir cómo en Before the Storm han explorado terrenos más experimentales en su música. A diferencia del resto de trabajos en los que como grupo componían en base a ideas sueltas convertidas en canciones que daban forma a un disco, la imposición de un concepto ya predefinido que marcase el hilo narrativo de lo que querían contar ayudó a producir un trabajo diferente. Los propios miembros de la banda reconocen que esas directrices creativas fueron de ayuda para lograr que ante el papel en blanco se sintiesen más unidos que nunca como grupo, algo que también se replicó en el estudio. «Ha habido algunas vibraciones distintas haciendo esto», confiesa Elena. Para la propia cantante elaborar la música de un videojuego es una especie de reencuentro con su propio pasado, ya que estos fueron una parte muy importante de su infancia en la era de los 16 bits y la década de los noventa: «Solía pasar la mayoría de fines de semana en el salón de casa de mis abuelos jugando toda la tarde con un montón de primos y mi hermano a Zelda en la Super Nintendo durante horas». Es por eso que tenía claro que su aportación a Life is Strange: Before the Storm no podía ser meramente testimonial. Quien empiece Despertar, el primer episodio que ya está disponible para descargar, percibirá desde los primeros compases que la música ocupa un lugar muy importante en la construcción de la trama, algo que se acentúa si juegas con auriculares.
La adolescencia no es un concepto que le resulte desconocido a Daughter, en cualquier caso. En la serie Británica Skins ya usaron la canción ‘Youth’ incluida en su primer disco ‘If You Leave’ emocionando a una generación de jóvenes que se sentían representados por su poderosa letra (We are the reckless/We are the wild youth/Chasing visions of our futures/One day we’ll reveal the truth/That one will die before he gets there) y más tarde ‘Touch’ aparecería en un episodio de Teen Wolf. ¿Qué hace diferente a la música de Before the Storm? Además de estar concebida desde cero para dotar de vida al mundo interior de Chloe, es una cirugía sobre el dolor, una herida que no cierra a través de la cual podemos adentrarnos en su fragilidad. «Esperamos que esté claro que hemos puesto sangre, sudor y lágrimas en esto. Siempre queremos hacer algo de lo que realmente sentirnos orgullosos», asegura la banda. Y si algo queda claro tras terminar el primer capítulo de Before the Storm y escuchar incontables veces su banda sonora es que los londinenses han volcado honestidad y alma en esta obra.