NES Classic Mini pirateada, ¿pero para qué?
Hace escasas semanas la mayoría de medios especializados se hicieron eco del hecho de que habían logrado piratear/liberar la codiciada Nintendo NES Classic Mini para poder sustituir los juegos que vienen de serie con la máquina por otras a nuestro gusto o simplemente añadir otros al catálogo y al parecer sin hacer ninguna modificación de hardware, lo que suelen llamar un softmod que es modificar el software original para cambiar la experiencia que el fabricante ha ideado para su producto.
Que conste que soy defensor a ultranza de que cada uno haga con sus cosas lo que crea oportuno; que Gwin, el dios de Dark Souls me perdone si digo lo contrario. Al fin de cuentas el aparato es tuyo, has pagado por él y si te apetece lo puedes usar para lo que creas oportuno y hasta ahí creo que todos estamos más o menos en sintonía. Faltaría más que me dijeran cómo utilizar lo que he pagado con mi dinero.
Otra cosa es que en cada caso concreto vea conveniente o apropiado hacerlo. ¿Por qué digo esto? Muchas veces he visto, leído y oído en diversos lugares el tan manido argumento en contra de la Mini NES de que por menos dinero tienes mucho más con una Raspberry Pi y demás productos similares, al fin de cuentas es emulación, dicen. De acuerdo, aunque del mismo podríamos citar varias cosas para justificar su compra, a saber:
- Es un producto oficial. Con todo lo que ello con lleva en cuanto a garantía y calidad final. No se puede negar que hasta la caja destila amor por los cuatro costados apelando a la nostalgia o a la moda retro tan visible en estos tiempos.
- Su compra para este fin es LEGAL. La polémica está servida pues todos sabemos que los Romsets para cualquier sistema clásico están a nuestro alcance en un par de clics con cientos de miles de juegos que se emulan a la perfección sin nadie que nos impida hacerlo pero eso no quita que en la mayoría de casos se está ejecutando un software con copyright sin permiso explícito del propietario.
- Hay que apoyar este tipo de iniciativas. Soy el primero que se ha quejado del maltrato que sufrimos los aficionados a los juegos de la vieja escuela por parte de los desarrolladores hasta la fecha. No es de recibo que te cobren por una ROM emulada en un consola virtual 5€ que es lo que hasta ahora nos hemos encontrado de forma más o menos regular.
Al César lo que es del César, nadie tiene que sentir estas líneas como una crítica a la emulación. Soy el primero que piensa que es una de las mejores cosas que le ha podido pasar al sector, ya sea por nostalgia o para su disfrute, aún más como juegoteca que permita preservar el mayor número de títulos posible.
Muchas personas que no tuvieron la fortuna de vivir en la época en la que fueron lanzados tiene el derecho y en algunos casos diría que la obligación experimentar esas sensaciones, saber de donde venimos puede clarificar el camino por el que andamos. Pero la Mini NES no se ha lanzado para eso, simplemente es un producto comercial con unas características muy concretas que quiere llegar al máximo número de personas posible a un precio más que razonable porque después de lo visto que te vendan por 70€ si contamos con la adquisición de un segundo mando una consola con 30 juegos licenciados de una muy buena calidad en algunos casos y excelentes en otros no es para desdeñarlo. Hablamos de que los juegos salen a poco más de dos euros sin contar con el valor del hardware en sí mismo.
El que quiera más es que quiere otra cosa, ya que un producto de estas características y por este precio no tiene razón de ser una vez liberado. Entiendo la curiosidad inherente de hackers y desarrolladores en general que suele azuzarles a intentar superar las barreras impuestas por los propietarios para salvaguardar sus creaciones, más allá de este punto no entiendo la modificación del original.
Si quieres tener más juegos, no solo de NES sino de otras máquinas que sea más cómodo de usar, con más opciones y modificable 100% a tu antojo emula donde quieras, desde una Raspberry Pi a un ordenador o donde más te apetezca. Por otro lado, no hablamos de cosas incompatibles ya que es perfectamente lógico que alguien se quiera pillar una de estas y por otro lado emule lo que le apetezca sin dolor. Es más, la emulación está tan lograda y arraigada en el sector que encontramos productos tan interesantes como los everdrives. Unos cartuchos con ranura para tarjetas SD que permite cargar miles de juegos en las propias consolas originales, no es una cuestión de posibilidades ya que a la vista está que hasta en el PC más viejo puedes hacer tus pinitos.
Nintendo y el resto de compañías propietarias de juegos incluidos en estas inmensas librerías saben que emulamos todo y cuanto nos apetece y no hacen nada por evitarlo, en parte porque es imposible ponerle puertas al campo en parte porque es posible que sepan que de esta manera hay un modo de tenernos siempre jugando y enganchados a esta droga sana. Si descubres lo fantástico que fue Final Fantasy VI para Super Nintendo es posible que quieras indagar en lo que pueda acontecer en el Final Fantasy XV y eso a Square Enix le interesa.
Si queremos que estas compañías vean esta vía como un negocio rentable no podemos empezar a comerles la tostada. No existiría Steam si todo el mundo piratease contenido licenciado en PC. Vemos una buena plataforma con un servicio excelente y unos precios razonables y lo premiamos con fidelidad y buenas maneras, este caso que nos pone en la palestra Nintendo es similar se mire por donde se mire y si quieres que haya una Super Nintendo Mini y demás parafernalia tienen que ver buena fe en el comprador.
Por todo esto no llego a entender por qué alguien querría toquetear un aparato que en sí mismo es redondo en todos sus aspectos ofreciendo una experiencia a la altura de lo que se espera del mismo, ¿pero tú qué harías?