La dupla #1: Rocket League y The Witcher 3: Wild Hunt
¿La dupla? ¿Qué es esto? Os explico. Estáis ante la primera entrada de la sección que responde a dicho nombre. La idea es escoger dos videojuegos bajo una temática y redactar sobre ellos. Suena fácil ¿no? Creo que no hacen falta más introducciones, ¡así que arranquemos motores!
En este caso, os traigo la dupla de juegos que debería haber jugado en 2015. Por la web podéis encontrar que mi top 3 de juegos de 2015 fueron: Splatoon en primer lugar, Xenoblade Chronicles X en segundo y Bloodborne en tercero. Os puedo asegurar que de haber jugado a los títulos que expondré a continuación, el podio hubiese cambiado y mucho.
Vamos con el primero: Rocket League. Sin lugar a dudas, este es uno de los juegos de mi vida. Tal cual. Partidas rápidas en las que depende todo de tus habilidades y sobre todo quiero destacar la de saber leer a tu oponente. No todo el mundo juega igual. Hace poco me encontré a alguien que me podía dar problemas fácilmente si tenía el balón en su poder, pero sin él no era más que un gato dócil. Me bastó que fuese perdiendo 0-2 para ver que era así y poder remontar.
Lo compré a finales de enero o principios de febrero y llevo ya casi 200 horas jugadas. Se ha convertido en el más jugado de mi biblioteca de Steam y tiene pinta de que seguirá así durante mucho tiempo. Ha desbancado las 124 horas jugadas a Dark Souls y eso parecía imposible, ya que no soy de los que le echan tantas horas a un juego en concreto. Cada vez van añadiendo más contenido, pero todo es opcional, como nuevos coches tales como el Batmóvil o el mismísimo Delorean. Para mí este es el GOTY 2015 y si pudiera cambiar la lista, lo haría.
El segundo es The Witcher III: Wild Hunt. Si dije que Alan Wake era el orgasmo de un equipo de desarrollo con Stephen King, el título de CD Projekt Red es una orgía entre unos desarrolladores espectaculares y los mejores escritores de novela fantástica medieval nórdica.
Tenemos ante nosotros a todos aquellos que dicen “¡basta!” a las criaturas arquetípicas que ya hemos visto mil veces. Y las que ya hemos visto aquí cambian radicalmente de aspecto. Tomad, por ejemplo, a las sirenas. Son espectaculares, intimidantes, molestas… Y cuando las vences, te hayan costado mucho o poco, te sientes genial. Eso se extrapola a absolutamente todo el juego. Las historias, principales o secundarias, acostumbran a estar cuidadas al detalle. Desde una misión importantísima a otra que te encuentras por casualidad en una isla sin venir a cuento, todas ellas rebosan de una calidad brutal.
Y el personaje de Ciri… Madre del amor hermoso… Es increíble. Fuerte, aguerrida, luchadora, pero con su corazoncito. Al fin y al cabo los brujos y brujas siguen teniendo emociones… y eso me lleva al protagonista, Geralt de Rivia. Parece que no siente emociones, pero hay que mirar más allá de que no las exprese. Probablemente es el personaje que más llegue a sentir en todo The Witcher 3.