[Vida Retro] Castlevania: Symphony of the Night
Estrenamos Vida Retro, una nueva sección en la que viajaremos al pasado para rememorar grandes obras que todo el mundo debería probar. Existen multitud de juegos clásicos dignos de ser destacados en este espacio, pero hoy me voy a parar a hablar de Castlevania Symphony of The Night, una genialidad que parió Konami a finales de los noventa.
Hay títulos que destacan por su originalidad, gráficos, jugabilidad… pero es que este Castlevania destaca en todos a gran altura consiguiendo llevar el concepto de obra maestra a su máxima expresión. Si alguien no tiene este videojuego en su top 10 es que simplemente no lo ha jugado. La multitud de detalles, situaciones y posibilidades a nuestro alcance hacen que disfrutarlo sea un deleite para nuestros sentidos, un placer para paladares exquisitos que solo se contentan con lo mejor de lo mejor.
Lo primero que voy a poner sobre la mesa es que en esta crítica no se va a hablar de los niveles, personajes, objetos, historia… del juego, para eso ya tenemos la Wikipedia y demás portales en la red que se dedican a análisis exhaustivos. Repetir la información es tan tedioso para el que lee como para el que escribe. Me centraré en la experiencia, en lo que transmite el título, que no es poco a tenor de la gigantesca aventura que se cierne sobre nosotros.
Castlevania Symphony Of The Night (a patir de ahora SOTN para abreviar) es a la vez un giro radical de una franquicia y la perfección de un género. Hasta su llegada todos los Castlevania era unos hack and slash lineales de notable nivel con una ambientación tan definida que hasta el Rondo Of Blood para PC Engine (tal vez el mejor Castlevania de corte clásico) seguían unas pautas similares.
Aquí se adopta un sistema parecido a Metroid, de ahí el tan manido concepto metroidvania. Hablo de un inmenso mapeado a descubrir y recorrer varias veces en el que distintas zonas se desbloquearán según realicemos ciertas acciones, todo aderezado con el toque RPG que se nos ofrece al poder ir equipando a Alucard en forma de objetos, armas y vestimenta para distintas partes del cuerpo que harán que podamos enfrentarnos a la aventura de la manera que mejor queramos.
He de decir, aunque me avergüence un poco de ello, que no disfruté del juego en su momento. No voy a adoptar esa aptitud tan de moda hoy día de dármelas de ser uno de esos visionarios que supieron distinguir el grano de la paja y ver que estábamos ante un must have de los que hacen época.
Para ello hay que ponerse en situación. En el momento en que nació SOTN las incipientes 3D estaban de rabiosa actualidad, y aunque el paso tiempo no haya tratado bien en cuanto a gráficos a títulos como Gran Turismo o Metal Gear Solid, a finales de los años noventa eran lo más y este SOTN era un juego de aspecto clásico, scroll horizontal con sprites en 2D. Parecía no innovar, no estar a la moda de lo que la corriente mainstream establecía, lo que unido a la falta de información en aquel entonces, había que guiarse por las revistas especializadas del sector y nuestra propia intuición. Había tanto que jugar que fui postergando el momento de catarlo hasta que simplemente pasó al olvido.
Así fue como cuando varios años después vi un top en Youtube en el cual aparecía el juego, decidí a probarlo y que queréis que os diga, me quedé de piedra. Desde el primer momento la historia tenía sentido, su sintonía inicial me tenía totalmente enamorado. Su propuesta de juego me hizo entrar de lleno en el castillo de Drácula dispuesto a hacer lo que fuese necesario para llegar hasta donde hiciera falta.
Como espero que este homenaje llegue a personas que tengan la suerte de no saber nada de este juego (¡lo que daría yo por poder volver a revivir esas sensaciones!), no pienso hacer ningún spoiler que arruine la experiencia. Tan solo decir que el principio es muy intenso, de esos que enganchan. Además, sus melodías son tan apropiadas y deliciosas que las tararearéis sin daros cuenta así como tratar de descubrir sus secretos, completar el mapeado y llenar el inventario lo máximo posible. Un placer que te hace no querer parar.
Por último quiero enumerar las múltiples formas que tenemos de disfrutar de este juego. Desde las menos legales (tiramos de ISO y mediante emulador se puede ejecutar perfectamente en un PC con requisitos realmente asequibles), hasta sus versiones oficiales (descatalogadas y de segunda mano en su mayoría) para PSX, o Sega Saturn.
Otra opción a nuestro alcance si no sois especialmente amantes del formato físico sería a través de las tiendas virtuales de Xbox y PlayStation. Pero la mejor opción está en PSP gracias a Castlevania Vampire Chronicles X, un remake del Castlevania Rondo Of Blood en el que podremos desbloquear SOTN y la versión original del propio juego. Sin duda es la que recomiendo tanto por el contenido que se nos ofrece como por el precio.
Oportunidades hay, así que… ¡corred insensatos!